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Brexit y viajes de negocios a Reino Unido

Jun 6, 2019

Todas las semanas son muchas las noticias acerca del Brexit. Y mañana el asunto seguramente ocupe bastante espacio en el panorama mediático. Y es que el día 7 de Junio está previsto que se hará efectiva la dimisión de Theresa May, primera ministra británica desde hace tres años y que ha encabezado las negociaciones para la salida de Reino Unido de la Unión Europea.

 

Una salida en la que tres intentos de acuerdos con Bruselas han resultado fallidos, lo que hace resurgir la amenaza de que Reino Unido abandone la UE sin acuerdo el próximo 31 de octubre.

 

La falta de acuerdo o un ‘Brexit salvaje’ podría afectar negativamente a la economía del país y, en consecuencia, a las relaciones comerciales internacionales. De hecho, algunas compañías con sede en Reino Unido han anunciado planes para relocalizar parte de sus operaciones para mantenerse dentro de la UE.

 

Hace ya unos meses analizábamos cómo el Brexit afectaría a los viajes de negocios en Reino Unido. Aún, a día de hoy, más de seis meses después, no podemos dar nada por sentado. La incertidumbre que rodea al proceso parece que se va a prorrogar. Y es que aún no tenemos una dimensión clara del impacto que tendrá.

 

Lo que sí parece claro es que para viajar de la UE con destino a Reino Unido, y viceversa, tendrá mayores obstáculos. Salvables, sí, pero que alterarán la actual rutina de los viajeros de estos trayectos. Porque con la Administración ‘toparemos’. Este tipo de trámites harán desaparecer en gran medida la rapidez, la agilidad, en el cruce de fronteras.

 

En el caso concreto de España, tengamos en cuenta un dato: el gran volumen de vuelos entre Reino Unido y España, viajes motivados tanto por turismo como por negocios. Según el portal Flightright,  orientado a la defensa de los derechos de los pasajeros aéreos, solo el pasado año se operaron más de 258.000 vuelos entre ambos países. Lo que supone más de 40 millones de viajeros entre ambos países.

 

No obstante, sí se han tratado de dar algunos pasos por tratar de ‘allanar’ el terreno y que los obstáculos que se plantean lo sean menos. Sin embargo, nada es oficial. A continuación, hacemos un repaso a esos pasos que se han dado para tratar de minimizar dichos obstáculos.

 

Circulación de personas

 

En noviembre del pasado año, la Comisión Europea estableció que quienes tuvieran pasaporte de Reino Unido todavía podrían viajar por la zona Schengen sin necesidad de visado con la condición de que el gobierno británico estableciera esta misma situación a los viajeros con pasaporte europeo.

 

En este sentido, cabe destacar que la UE está trabajando en desarrollar un proyecto similar al visado ESTA de Estados Unidos. El que se denominaría Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS en sus siglas en inglés) daría derecho a entrar a el área Schengen.

 

Hasta que se produzca la salida definitiva de la UE, el viajero de la UE a Reino Unido debe llevar consigo un pasaporte válido o documento nacional de identidad. En el caso de que la salida se produzca con acuerdo, en principio, esta condición no variará hasta el 31 de diciembre de 2020, pero en caso de que no se logre acuerdo, será necesaria la presentación del pasaporte en vigor.

 

Vuelos

 

Salir de la UE también implicaría salir del pacto Open Skies, que establece que cualquier compañía puede desplazarse con libertad en el espacio aéreo de la UE. La perspectiva antes esta situación, un posible incremento del precio de los billetes por parte de las aerolíneas para hacer frente a los sobrecostes.

 

No obstante, la UE ha publicado un proyecto de reglamento que permitiría a las compañías aéreas británicas seguir operando en la UE en determinadas condiciones. El gobierno británico parece haber aceptado, pero si finalmente no hubiera, las nuevas normas de control fronterizo podrían provocar retrasos en los aeropuertos y, posiblemente, cancelaciones adicionales a las provocadas por la desaparición del carril de ‘vía rápida’.

 

Con todo ello, la plataforma subraya que las cancelaciones y los retrasos significativos debidos a estas causas se considerarían circunstancias extraordinarias y, por ello, no darían lugar a derecho a indemnización.

 

Roaming

 

Más allá de los desplazamientos, el Brexit también podría tener consecuencias en el ámbito de las telecomunicaciones.

 

En 2017, la Comisión Europea eliminó los cargos adicionales del roaming en las llamadas internacionales de viajeros que se desplazan entre países de la UE. Así, en caso de que Reino Unido salga de la unión, estos costes podrían volver a aplicarse.

 

Ante esta hipotética situación, algunos operadores de telefonía ingleses ya han anunciado que seguirán ofreciendo tarifas sin repercutir los cargos de roaming, lo que beneficiaría a muchos viajeros británicos que se desplazan a la UE. En caso contrario, los viajeros de la UE con destino Reino Unido deberán consultar las tarifas de su operador antes de viajar.

 

Seguros

 

La tarjeta sanitaria europea ya no tendría validez, por lo que si el viajero que quiera estar cubierto ante cualquier contratiempo, tendría que contratar un seguro médico similar al de cualquier otro país con el que no hay convenios sanitarios.

 

Algo similar podría ocurrir con el tema de de los seguros de viaje. En la actualidad, existen acuerdos recíprocos que posibilitan que los viajeros europeos disfruten de coberturas de accidentes y enfermedades equivalentes gracias a un seguro de ocio o profesional. Ante la salida de Reino Unido de la UE es posible que los países renegocien estos acuerdos, lo que podría traducirse en un aumento de costes para los asegurados.

 

Permiso de conducción

 

Conducir por la izquierda o por la derecha ya no sería la única diferencia en la circulación con el Brexit. En la actualidad, las normas de circulación son comunes, cuestión que podría cambiar. Y es que algunas voces apuntan a que sería necesario obtener una licencia internacional, así como informar a la aseguradora el cruce de fronteras entre Reino Unido y cualquier país de la UE.

 

Con todo ello, el proceso de salida de Reino Unido de la UE parece que complicará en cierta medida los viajes de negocios a Reino Unido. Trabas que no solo atañen a los viajes en sí, sino a las relaciones de negocios y comerciales entre las compañías de Reino Unido y del resto de la UE.

 

No obstante, confiamos en que estos obstáculos sean salvables y que los viajeros de negocios a Reino Unido continúen siendo recibidos con un afectuoso ‘welcome’.