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Consejos para un viaje de negocios a Marruecos

May 30, 2019

Hoy cruzamos el Estrecho. Sí, en nuestra Guía de Viajes de Negocios avanzamos 14 kilómetros al sur de Algeciras para llegar a Marruecos. Un mundo ‘distinto’ con el que compartimos mucho.

 

En la actualidad, son bastantes las empresas españolas se trasladan a Marruecos, bien para poner en marcha nuevos proyectos o para abrir delegaciones. Y es que Marruecos, ahora mismo, es un país en expansión, que está incrementando sus infraestructuras en la mayoría de ciudades, que demanda oferta de servicios y que constituye una potencia turística en África.

 

El país alauita goza de una economía bastante estable, con un crecimiento continuo durante los últimos cincuenta años. En los años 60, el PIB per cápita experimentó casi un 50 por ciento, hasta alcanzar un crecimiento máximo del 274 por ciento en los años 70. No obstante, este crecimiento no se sostuvo en las siguientes décadas, viéndose reducido de forma drástica en los 80 y los 90, con un crecimiento del 8,2 y 8,9 por ciento respectivamente. En los últimos años, el boom del turismo ha contribuido de forma importante a los ingresos del país, representando un 60 por ciento del PIB. Uno de los motivos, que Marruecos tiene una de las mejores infraestructuras del continente africano. Otra parte importante de los ingresos marroquíes proviene del dinero que los emigrantes -sobre todo en Europa- envían a sus familias.

 

Su moneda es el dírham marroquí, y se divide en 100 céntimos. Su código ISO 4217 es MAD. El Banco Central de Marruecos se encarga de emitir los billetes y monedas.

 

La tasa de desempleo es alta. Un tercio de la población activa se dedica a la agricultura. Por su parte, la producción ganadera sirve para abastecer las necesidades del país. En cuanto a la pesca, además de abastecer la demanda interna, parte se destina a la exportación.

 

En cuanto a la industria, el sector minero representa la principal industria del país, que es líder en la exportación de fosfato. También tiene importantes yacimientos de hierro, carbón, cinc, plomo, cobalto, cobre, plata y manganeso. Otras industrias importantes son las de procesamiento de alimentos y textiles.

 

En cuanto a las importaciones, petróleo en crudo, gas, electricidad, plásticos y equipamiento de telecomunicaciones son las principales importaciones. Y sus principales socios comerciales, Francia, España, Reino Unido, Italia e India.

 

Además, en el caso de nuestro país, son bastantes las iniciativas que se promueven para que empresas españolas y marroquíes establezcan alianzas que les permitan definir estrategias de desarrollo conjuntas, aprovechar sinergias y crear oportunidades en sectores de interés para ambos países, tales como trismo, transporte o explotación de recursos energéticos.

 

Ir de viaje de negocios a Marruecos

 

A pesar de la proximidad, ir de viaje de negocios a Marruecos supone adentrarse en una cultura y forma de vida diferente, en gran medida marcadas por la religión islámica, mayoritariamente suní.

 

Otra cuestión que puede suponer cierta barrera es el idioma. Los idiomas oficiales son el árabe clásico y el bereber. No obstante, coexisten con idiomas no oficiales, entre ellos, el francés y el español.

 

Con todo ello, al llegar a Marruecos en viaje de negocios, sobre todo si es la primera vez, experimentaremos cierto choque cultural, no solo dado por la religión o el idioma, sino porque sus dinámicas, rutinas, horarios o formas de trabajar son distintas.

 

Empatía en tu viaje de negocios

 

Mantener una actitud empática es primordial al llegar a Marruecos. Una buena relación profesional surgirá si previamente se ha forjado una buena relación personal. Es importante interesarse por el resto de agentes (colaboradores, socios, empleados o clientes), saber de su familia, saber de su mundo. Es la forma que tienen los marroquíes de relacionarse.

 

Recomendaciones  

Para emprender un nuevo proyecto o negocio, así como para llegar a cerrar un acuerdo con un cliente, es muy importante contar con buenas referencias. Así, resulta esencial tener buenos contactos de antemano y que sean ellos quienes te presenten a quien quieres llegar.

 

Cuida ‘el qué dirán’

 

Para asegurarte las puertas abiertas, haz las cosas bien. Si no, te las cerrarán. En Marruecos suele ‘correr la voz’. En este sentido, ten en cuenta que la ‘picaresca’ española queda muy por detrás de la ‘picardía’ marroquí. No solo por su naturaleza o psicología, sino porque ‘juegan en su terreno’.

 

No impongas, adáptate, clave en tu viaje de negocios 

 

Si determinada fórmula te supuso un éxito en Occidente, aquí, probablemente, no funcione o, al menos, no lo haga igual de bien. Aunque habrá cosas que sí encajen, muchas otras, no. Las relaciones personales priman y las comerciales son diferentes. ‘Adaptarse o morir’ debe ser el lema. En este sentido, evita comparaciones. Además de ‘odiosas’ pueden resultar frustrantes.

 

‘Quien a buen árbol se arrima…’ 

 

‘Buena sombra le cobija’, dice el refrán. Tenlo presente a la hora de establecer relaciones con socios en tu viaje de negocios. Ya sean marroquíes o extranjeros, establece acuerdos con ellos solo si son de confianza. ¡Recuerda! En Marruecos, los errores son difíciles de olvidar y responder por otros, en ocasiones, puede complicar más la situación.

 

In the medina of Fes in Morocco

Cosas que ver y que hacer en Marruecos tras tu viaje de negocios

 

Si la cultura de Marruecos es tan distinta a la europea a pesar de su proximidad a nuestro país, los paisajes del país alauita también difieren en gran medida, por lo que si tu viaje de negocios te lo permite, te animamos a que aproveches la oportunidad para conocer algunos de los rincones más bonitos del Norte de África.

 

  • Marracheck. Quizá, la ciudad turística por antonomasia en Marruecos. Si la visitas durante tu viaje de negocios, no dejes de tomar un té mientras observas el trasiego del atardecer en la Plaza Jamaa el Fna, todo un símbolo, no solo de la ciudad, sino del país. Tampoco dejes escapar la oportunidad de ver su ciudad de palacios, mercados, jardines, mezquitas o medersas. Y para vivir la auténtica esencia de la ciudad, piérdete por sus laberínticas calles.

 

  • Ksar de Ait Ben Haddou. A las puertas del gran desierto de El Sáhara se levanta este pueblo de arcilla y adobe, enclavado en una zona árida y rocosa por la que parece que no ha pasado el tiempo. Un escenario de película de los ‘de verdad’, pues ha sido lugar de rodaje de largometrajes como Lawrence de Arabia o Gladiator.

 

  • Desierto de El Sáhara. Un imprescindible en el tiempo de bleisure tras tu viaje a Marruecos es visitar el desierto. Una de las excursiones más demandadas y que se pueden hacer desde Marrakech es pasar una noche en una jaima en medio del desierto. Las zonas más visitadas de El Sáhara son Zagora y Merzouga.

 

  • Fez. Ciudad con una medina del siglo VIII declarada Patrimonio de la Humanidad, invita, al igual que Marrakech, a disfrutar de calles laberínticas, a visitar sus escuelas coránicas y a ir de compras por sus zocos. Y para reponer fuerzas, nada mejor que subir a alguna de sus terrazas, con vistas a la medina, para disfrutar de la gastronomía marroquí.

 

  • Essaouira. Conocida como ‘la perla del Atlántico’ y declarada Patrimonio de la Humanidad, constituye un oasis de tranquilidad. Se trata de una ciudad blanca de pescadores fortificada. Y si eres un amante de la fotografía, no dejes de visitar el puerto, desde donde se pueden tomar espectaculares imágenes de la costa golpeada por las impresionantes olas del Atlántico.

 

Con todo ello, no dejes de disfrutar de un tiempo de bleisure en tu viaje de negocios a Marruecos, un destino que, seguro, te resulta exótico, sin tener que recorrer miles de kilómetros de distancia.