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El «viaje de trabajo» de nuestros queridos Reyes Magos

Dic 16, 2021

En breve, arrancamos la Navidad. Unas fechas entrañables para la mayoría, que culminarán con una noche mágica, en la que Sus Majestades de Oriente recorrerán el mundo, guiados por la estrella de Belén. Estos ilustres personajes comienzan, cada año, con este importante ‘viaje de trabajo’. No falla, ¡llevamos ya, más de 2.000 años, recibiendo su esperada visita nocturna! Pero ¿te has planteado qué ocurriría si, por ejemplo, un potente fenómeno meteorológico impidiese la visibilidad de la estrella que guía a Melchor, Gaspar y Baltasar?

La sustitución de los camellos y la estrella, por el avión, probablemente no sería la mejor opción, al menos este año: Entre controles, restricciones y el plazo de entrega que se les exige, de una sola noche, la recepción de regalos quedaría probablemente ‘delayed’.¿Y el tren? Viniendo de Oriente, quizá la mejor opción fuera el Transiberiano, pero si las condiciones meteorológicas se antojan adversas… ¡imagínate el estado de las vías en Siberia!. En cuanto al barco, tampoco sería una buena idea, este año, dada la subida del precio de los fletes de contenedores, la crisis de suministros, el precio de los carburantes, etc.

En nuestra opinión, la mejor alternativa para Sus Majestades sería “poner al mal tiempo, buena cara…” ¡y un GPS! Sí, esa tecnología ‘estrella’ que en la actualidad nos guía a todos, casi a diario. Además, ¿quién no tiene un móvil en la actualidad, con su correspondiente aplicación con GPS?

Quizá te sorprenda, pero esta tecnología, que a muchos nos puede parecer relativamente reciente, tiene ya más de un siglo de historia. Hagamos un pequeño e interesante repaso:

En 1909, de la mano del norteamericano J.W. Jones surge el primer sistema de lectura de rutas en carretera. Jones, aprovechando que, en aquella época, se empezaban a comercializar velocímetros deportivos, ideó unos discos de papel, que incluían información de rutas, de hasta 100 millas de recorrido. Esta información incluía la posición, el tipo de vía y los giros que había que realizar. No obstante, este ingenioso invento se utilizó apenas una década, puesto que, la información no se podía actualizar a la velocidad en que evolucionaba el diseño y la construcción de nuevas carreteras.

 

 

 

En los años 30, en Italia, se retoma la idea con un dispositivo más avanzado, el “Iter Avto”. Este aparato se colocaba sobre el tablero de madera, que en aquellos tiempos constituía el salpicadero de los vehículos. El interior de este dispositivo contenía unos mapas de papel enrollados, que pasaban por una pantalla, mediante un cable conectado al velocímetro, regulando la velocidad a la que se mostraba la información del mapa.

En la década de los 50, un español (¡por fin un compatriota!), Antonio Martín Santos, creó el Auto Mapa, inspirado en su antecesor italiano, pero que se podía detener en el momento que el conductor lo decidiera y que, además, era portátil.

En la década siguiente, los 60, el ejército estadounidense comenzaba a utilizar sistemas de geolocalización, para conocer con precisión la ubicación de sus flotas. Lo denominaron Sistema TRANSIT, fue iniciativa de la NASA y se trataba del primer sistema de navegación basado en satélites. La URSS, en plena guerra fría, también desarrolló un sistema similar denominado TSICADA. En el plano de la automoción, en esa misma época, la norteamericana Ford, presentó un concepto de vehículo que incorporaba un navegador en el salpicadero, con una cartografía vinculada a la marcha del coche.

No obstante, el primer navegador, reconocido como tal, por la industria de la automoción, fue desarrollado en Japón, a principios de los 80, de la mano de Honda. Se trataba de un dispositivo compuesto por una brújula electrónica, un sensor de gas helio y un giroscopio, que lograban detectar los giros y cambios de trayectoria del vehículo. Esta información se filtraba mediante un ordenador que, a su vez, localizaba el vehículo sobre mapas mostrados en una pantalla.

A partir de este momento, a lo largo de los 80, los avances se sucedieron de forma ágil. Es en 1990, cuando se presenta el primer sistema de navegación por triangulación de satélites espaciales, en tiempo real, tal y como hemos visto que ya habían hecho americanos y soviéticos, en la guerra fría, para geolocalizar sus flotas. Éste es el sistema en el que se basan los navegadores actuales.

En 1997, otro hito, un fabricante japonés lanzó al mercado el primer navegador portátil con GPS y este ha sido el salto definitivo. Hoy en día, los servicios de GPS se incluyen en los teléfonos móviles, siendo una de las aplicaciones imprescindibles, para cualquier usuario , en un smartphone.

Así, pues, ¡podemos estar tranquilos! Seguro que los Reyes Magos están ya, más que “preparados para el temporal”, en caso de que les tocara padecerlo. Además, no tenemos ninguna duda de que, Sus Majestades están perfectamente adaptados a los nuevos tiempos y poseen móviles de última generación con GPS, de modo que nada obstaculice su primer viaje de trabajo del año, que pronto inauguraremos.

¡Feliz Navidad! ¡Feliz 2022!