Portada » Comidas de provecho en los viajes de negocios

Comidas de provecho en los viajes de negocios

May 10, 2018

En los viajes de negocios, materia en la que somos expertos, suele ser común cerrar negociaciones alrededor de una buena mesa. Son una buena oportunidad de estrechar la confianza con clientes, potenciales socios… disfrutando de un entorno más distendido, pero que no debe ser excesivamente relajado.

En este sentido, para sacarle el máximo provecho al encuentro, existen una serie de tips que debemos tener en cuenta a la hora de organizar o asistir a cualquier comida durante nuestros viajes de negocios.

Puntual como un reloj

La puntualidad es esencial. Más aún si somos quien organiza el encuentro. En ese caso, acudamos con antelación para ‘hacer repaso’ de que todo está listo conforme a lo previsto.

¿Qué me pongo?

En cuanto a la indumentaria, no pequemos de excesivamente informales. Para decidir qué ponernos tengamos en cuenta, en primer lugar, el tipo de restaurante u hotel al que asistiremos, así como el emplazamiento del mismo. También debemos atender a cuestiones como con quién te reúnes, intentando encontrar un equilibrio entre el estilo que se suele atribuir a la posición que ocupe nuestro acompañante y el tipo de lugar donde se realiza en encuentro.

El plato principal

El menú debe ser cuidado, pero no ‘el plato principal’ del encuentro. Recordemos que el objetivo no es darse una comilona, sino alcanzar un acuerdo, estrechar relaciones o representar a nuestra compañía. Lo más recomendable durante la comida es pedir acompasando el ritmo con el del resto de comensales. Si la comida se celebra en el extranjero es aconsejable probar platos típicos de esa gastronomía, pues muestra una actitud abierta, pero tengamos cuidado con cuestiones como, por ejemplo, el exceso de picante si no estamos acostumbrado a ello. Evitemos cualquier tipo de comida que sospechemos que nos pueda indisponer. Y, por supuesto, moderación en el consumo de alcohol.

Comida de negocios

Conversemos…

Durante el devenir del almuerzo, la conversación manda. Aunque nunca debemos olvidar el objetivo que nos ha llevado al encuentro, tampoco se debe ir al grano desde el primer minuto. Lo más aconsejable es comenzar charlando sobre algún tema trivial, aunque esté relacionado con el ámbito laboral para, poco a poco, ir centrándonos en el asunto que nos ocupa. No obstante, tratemos de adaptarnos al estilo del resto de comensales, procurando evitar temas políticamente incorrectos o que puedan generar controversia. Además, tengamos en cuenta que estamos representando a nuestra compañía, por lo que al tratar determinados temas, evitemos dar opiniones personales que puedan contravenir los mensajes corporativos de nuestra empresa.

 

La cuenta, por favor

A la hora de abonar la cuenta, no debería haber dudas. Debe correr a cargo de quien ha dirigido la invitación o promovido el encuentro. Si somos el invitado, podemos hacer ademán de hacernos cargo, pero no debemos insistir ante la negativa del anfitrión.

 

Y llegó el momento de la despedida

Independientemente del devenir del encuentro, del feeling que tengamos acerca de lo fructífero del mismo, procuremos tener siempre una despedida cordial y afectuosa. Quizá esta vez no haya podido ser, pero quien sabe si volveremos a compartir mesa y mantel…