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El bleisure o cómo disfrutar de los viajes de negocios

May 18, 2017

¿Vacaciones o trabajo? Con el bleisure ya no hay necesidad de elegir. Para muchos trabajadores es complicado encontrar un periodo idóneo para las vacaciones, puede ser incluso una tarea imposible durante muchos meses (incluso años…); para otros, la línea entre trabajo y ocio se encuentra cada vez más difuminada. Ante esta situación, de la fusión entre las palabras inglesas business y leisure –negocios y ocio, en español–, emerge el concepto de bleisure. Esta tendencia, que supone añadir ocio a los viajes de negocios, cada vez está ganando más terreno, creando una nueva categoría de viajero.

Un estudio publicado por Expedia Media Solutions revela que el 43% de los viajes de negocios son ampliados para incluir alguna actividad de ocio. También afirman que son aquellos viajes que duran más de tres días los que tienen más posibilidades de incluir momentos de tiempo libre para el viajero, que, además, disfruta de la oportunidad de ahorrar en gastos de viaje. De esta forma, un  66% afirma que, consecuencia del ahorro derivado del viaje, gasta más en ocio. Un 60% aprovecha los viajes bleisure porque no suelen disfrutar de vacaciones. También están aquellos viajeros de negocios que organizan sus desplazamientos por trabajo en función de las actividades de ocio y tiempo libre que tienen ya previstas.

El mismo estudio desvela que la mayoría de las prolongaciones de viajes de negocios que se transforman en ocio (un 84%) se producen en la misma ciudad, de manera que el viajero de negocios que se transforma en turista se queda en el mismo hotel.

Estos datos están comenzando a hacer ruido en el ámbito del turismo urbano, de forma que el turista bleisure se está convirtiendo en el público objetivo de numerosos hoteles. Ya son numerosos los alojamientos catalogados como urban leisure resorts, hoteles urbanos con componente de ocio, que incluyen ofertas gastronómicas de autor, zonas de bienestar y spa, así como bar afterwork.

bleisure

En una época en la que la frontera entre la esfera profesional y la personal se encuentra cada vez menos definida, la mezcla entre vacaciones y viaje de negocios se inscribe dentro de la misma lógica por la que se envía un correo profesional a las 22:00 o se hace una publicación personal en Facebook desde el puesto de trabajo.

Si los viajes de negocios son estresantes, unidos a actividades lucrativas, se transforman en una experiencia mucho más enriquecedora que puede llegar a reducir el estrés, aumentando la satisfacción y el bienestar del viajero de negocios. Y, ya es bien sabido, que un empleado más feliz es un empleado más productivo: el bleisure se posiciona como una opción beneficiosa para el empleado que viaja, pero también para la empresa.

Las compañías deben ajustarse a estos viajes de negocios en los que el viajero –turista bleisure– demanda un desplazamiento flexible e individualizado, dando importancia a la calidad de vida durante el viaje de negocios. Aquellos empleados que solicitan disfrutar de tiempo libre, e incluso la posibilidad de ir acompañados, deben compaginar los gastos del viaje de empresa con los gastos personales. En este contexto, el viajero y la empresa deben llegar a un acuerdo antes del viaje para determinar lo que va a cuenta de la empresa, lo que no, así como las diferentes formas de pago.